Un error frecuente en el diseño y decoración de interiores es elegir un color de pintura que sea del mismo color de los azulejos, o de un tono muy similar.  También lo es revestir todas las paredes con el mismo tipo de mosaicos. Si bien son estrategias que inicialmente buscan uniformidad y sobriedad en el ambiente, la realidad es que se vuelven monótonas al no contar con elementos de contraste entre colores y texturas. 

 

El mosaico puede ser el acabado estrella de tu decoración, pero no debe ser el único, ni debes permitir que una pintura u otro acabado elegido sin cuidado le robe protagonismo. Hoy te explicaremos algunos trucos para elegir una paleta de colores que juegue bien con los mosaicos y te ayude a conseguir un estilo único. 

 

Primero elige el mosaico

 

Cuando hablamos de acabados, el mosaico suele ser bastante más llamativo que la pintura, la baldosa o incluso el papel tapiz. Por eso, si ya decidiste que vas a utilizarlo en tu decoración, ya sea para pisos, paredes o superficies, lo mejor es que primero elijas cuál o cuáles vas a usar y después definas el resto de los elementos de acuerdo con la combinación y contraste que formen con los azulejos. 

 

¿Cómo elegir la pintura?

 

Ya mencionamos que comprar una pintura del mismo color que los azulejos no es la mejor idea. Pero tampoco se trata de que uses mosaicos rojos y pintura verde. Considera una paleta de colores armónica que te de una idea muy clara de cómo quieres que se sienta ese espacio o habitación en su conjunto. 

 

1.- De preferencia, utiliza los mosaicos para los colores de contraste y las zonas amplias para pintura más neutra. 

colores de contraste

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2.- Otro truco que puedes usar a tu favor es hacer que coincida el color de la lechada de los azulejos con el color de la pintura del resto de la habitación. 

3.- Si estás utilizando mosaicos de cemento de un solo color pero con variaciones en el tono de la pigmentación, puedes elegir el tono más oscuro o el más claro para usarlo en la pintura. En este caso, se recomienda que recurras a un tercer color que resalte. Por ejemplo, si tus mosaicos son azules con deslavado, y eliges una pintura del tono más claro de ese azul, puedes complementar con un tono beige o un azul más intenso, dependiendo de cuánta luminosidad estés buscando. 

4.- Si tus mosaicos tienen diseños de varios colores, puedes elegir uno de los tonos oscuros para pintar una pared de fondo, y un tono de los claros para el resto de los muros. Así le darás mucha más profundidad a la habitación. 

5.- Recuerda que los mosaicos, así como la pintura, pueden tener acabados más o menos mate o brillantes. Procura no combinar mosaico con acabado vidriado con pintura que sea similar, sino aprovechar la diferencia de brillo para enriquecer el diseño. 

6.- Toma en cuenta cómo se verán el resto de los elementos decorativos o funcionales. Por ejemplo, los muebles del baño, las puertas o barras de la cocina, o incluso los edredones en una habitación. Si mantienes neutralidad en los muros y pisos, podrás jugar más con estos accesorios. 

 

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