Podríamos pensar que la regla es muy sencilla: si tienes un espacio muy pequeño, necesitas elegir mosaicos pequeños. Y si tienes un espacio muy amplio, entonces lo ideal será elegir mosaicos más grandes ¿no?

 

Parece muy lógico. Pero, de hecho, esta regla no escrita no es más que uno de los mitos falsos de la decoración y el diseño. Un error muy común en el que es fácil caer. Al  momento de elegir tu mosaico, debes saber que la escala realmente no importa tanto, y el tamaño del espacio definitivamente no determina que funcione mejor un tamaño de mosaico que otro. 

 

 

¿Elegir un mosaico grande, pequeño o mediano? ¿De qué depende?

Más allá del tamaño de la habitación, el tamaño ideal de tu mosaico depende del tipo de ilusión óptica que estés buscando crear. Y ello no sólo implica el tamaño de cada pieza, también la orientación de la misma, que puede crear una ilusión de verticalidad o de horizontalidad. Incluso puedes jugar con líneas diagonales o formas intrincadas que generan una red única entre fondo y forma. 

 

Los mosaicos más pequeños, obviamente, requieren más líneas de juntura o lechada para cubrir un espacio de los que necesitaría un mosaico que tenga un área más grande. Mientras menos líneas de junturas, mayor será la sensación de amplitud, y viceversa. Esto significa que si usas un mosaico muy pequeño, de hecho estarás causando que la habitación se vea todavía más pequeña. 

Por el contrario, si apuestas por un mosaico más grande, lograrás crear una sensación de mayor amplitud y líneas más limpias. Así que la primera regla es muy sencilla: mientras menos junturas de lechada, mayor amplitud. 

 

También considera que las junturas pueden ser muy similares al color de los mosaicos, o incluso pueden servir como punto de contraste. Si tienes mosaicos muy claros, quizá no se noten, pero si tienes mosaicos negros, la cuadrícula o el patrón de la lechada va a ser muy evidente. 

Como puedes ver, la forma del mosaico en los ejemplos previos crea diferentes efectos ópticos. Las líneas curvas y colores claros de la primera imagen permiten que un muro muy estrecho se vea un poco más ancho, y las líneas verticales de la segunda imagen amplían la sensación de profundidad y altura, pero vuelven el espacio más estrecho. Recuerda que las líneas siempre dan más amplitud al sentido en el que van, y si están muy cerca las unas de las otras, quitan profundidad en sentido contrario. Así mismo, los colores sólidos y los patrones geométricos suelen funcionar mejor que los diseños con muchos colores y formas. 

Entonces, no es que los mosaicos pequeños estén prohibidos, simplemente es necesario primero tener claro el tipo de efecto óptico que buscamos. Por ejemplo, si hay muy poco espacio entre los muebles de baño, puedes crear una sensación de amplitud utilizando un mosaico en el que resaltan líneas perpendiculares.

 

La cuadrícula es un patrón que, por regla general, es mejor evitar en espacios muy reducidos. Por suerte, no sólo hay mosaicos cuadrados, vienen en una gran variedad de formas que crean patrones muy llamativos. Incluso, si quieres apostar por un mosaico muy pequeño, los redondos o redondeados son una opción muy original. Considera que los mosaicos pequeños también implican menos cortes, así que una gran opción es elegir uno que entre perfectamente en el espacio sin necesidad de recortar piezas.

 

Recuerda que no tienes porqué limitarte a un sólo tipo de  mosaico, puedes combinar un mosaico base con uno de contraste e incluso cambiar la orientación para aprovechar las líneas del espacio a tu favor. 

En Mission Tiles tenemos un amplio catálogo de colores, formas y tamaños con los que puedes jugar para conseguir exactamente la esencia que estás buscando, así como convertir habitaciones pequeñas en espacios que se sienten amplios y luminosos.