Nos preguntan con frecuencia cuándo el mosaico de cemento es la mejor opción, pero se trata de un recubrimiento tan versátil y equilibrado en calidad, precio y estética, que es muchísimo más sencillo contestar a la pregunta opuesta ¿cuando no son la mejor alternativa?

Aunque los azulejos de cemento están volviéndose tendencia nuevamente en el interiorismo debido a la infinidad de ventajas que suponen, hay una serie de situaciones u objetivos particulares para los cuales no necesariamente son la mejor inversión. A continuación te indicamos cuáles son, y si no te identificas con ninguno, entonces no dudes en elegir baldosas hidráulicas para tu proyecto. 

 

1.- Cuando la estética no es importante

 

Para residencias, locales comerciales y la mayoría de los centros de trabajo, la estética es fundamental porque ayuda a que el espacio transmita las sensaciones adecuadas. Sin embargo, algunos talleres y fábricas se beneficiaría más de otra clase de materiales con más amortiguación y que puedan soportar fuertes impactos. 

 

2.- Cuando quieres invertir el mínimo en acabados

 

Si por una u otra razón la prioridad es ahorrar costos en lo inmediato y no estás buscando equilibrio en calidad y precio, sino lo más económico, existen recubrimientos más baratos que el mosaico hidráulico, como las baldosas cerámicas, el yeso o el linólium. 

 

3.- Cuando tienes pensado un cambio de acabados 

El mosaico de cemento es uno de los acabados de más alta durabilidad, por eso, si entre tus planes está cambiar el recubrimiento al poco tiempo de que lo pones, o vas a vender una vivienda o local para que los nuevos dueños la decoren a su gusto, quizá no sea la mejor idea invertir en baldosas diseñadas para durar toda la vida y que además no son precisamente fáciles de desinstalar. 

 

4.- Cuando necesitas una superficie sin junturas

 

Los mosaicos de cemento no pueden instalarse pegados unos a otros porque esto afectaría su resistencia. En ocasiones, se necesitan superficies total y completamente lisas y en estos casos es mejor usar planchas completas de otros materiales, como el mármol o el concreto. 

 

5.- Cuando no vas a dar ningún mantenimiento 

 

El mosaico de cemento necesita de un mantenimiento y resellado muy sencillo cada dos o tres años. Si por alguna razón no estás dispuesto a dar este cuidado, quizá te convenga más otra opción, aunque considera que todos los pisos de calidad necesitan ser pulidos de cuando en cuando, y el resto de las opciones llegan al final de su vida útil mucho antes. 

 

6.- Cuando necesitas un acabado antideslizante 

 

El mosaico de cemento es poroso, pero siempre se le aplica una resina selladora que lo vuelve liso y es necesario para que no se percuda y se vea mal. Si lo que necesitas es fricción, la madera, el hule o el cemento te funcionarán mejor.

 

7.- Para exteriores de alto tráfico 

Finalmente, considera que el mosaico de cemento es ideal para exteriores residenciales, pero tal vez no tanto para exteriores de tráfico pesado, como patios en centros comerciales o plazas públicas. Esto se debe a que la combinación entre los elementos del exterior, el sol, la lluvia y el uso rudo sí pueden ser más de lo que las baldosas pueden soportar, sobre todo porque habría que darles mucho más mantenimiento. 

 

Y bueno… estas son las únicas siete circunstancias que encontramos en las cuales el mosaico de cemento no es la inversión más adecuada ¿conoces alguna otra?

 

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