Los azulejos de cocina blancos siempre son una opción ganadora para tu cocina. El blanco proyecta amplitud, limpieza y combina con toda clase de acabados en superficies y muebles. Además, es una base excepcional para desarrollar toda clase de estilos decorativos, desde el clásico hasta el minimalista. Otra de sus ventajas es que te permite cambiar completamente la esencia del espacio con tan solo algunos ajustes estratégicos en elementos como los blancos y las alacenas. 

Si crees que el blanco puede resultar aburrido, aquí tienes algunas ideas interesantes que te demostrarán sus muchas ventajas. Cualquiera que sea tu estilo de diseño de interiores, estamos seguros de que definitivamente encontrarás una forma de aprovechar el blanco en tu cocina. 

1.- Mismo color, distintos acabados 

Nos encanta lo que el diseñador hizo con esta cocina: respetó el color blanco para enfatizar la amplitud y la luz natural, pero se tomó la libertad de trabajar con diferentes acabados, desde el mosaico blanco con un patrón muy original que promueve la profundidad visual, hasta los gabinetes y puertas con líneas simples pero que apoyan la sensación de verticalidad.

En este caso, los materiales en color blanco contrastan con el piso y unos pocos acentos en madera. 

2.- Cocina vintage blanca

Este diseño de cocina de Alys Design de Pittsboro tiene un interesante toque campestre que resalta con los accesorios en acabado “crudo” o rístico. Los gabinetes blancos con herrajes negros genran un contraste estéticamente audaz pero que no arrebata protagonismo al resto del diseño. 

Un gran acierto fue utilizar baldosas grises oscuras para el piso. Los azulejos de la salpicadera también son un elemento clave en este tipo de cocinas, ya que permiten generar un contraste visual más o menos intenso dependiendo el color que se elija. En este caso, el verde claro va bien, pero también se hubiera podido usar un azulejo similar al del suelo o incluso en color rojo. 

3.- Cocina blanca de estante abierto 

La regla de diseño para esta cocina es clara: Mantener todas las superficies en tono blanco para que los acentos en madera y metal resaltan al máximo. El efecto que se consigue es el de una cocina limpia, amplia y que invita a usarse lo más posible. 

Además, aunque está llena de pequeños elementos de contraste, puede considerarse minimalista porque todos entran en una de tres categorías: superficie neutra, superficie en madera o accesorio metálico. 

4.- Cocina blanca con elementos “crudos”

Si buscas un efecto entre minimalista, campirano y nórdico, una cocina blanca con algunos elementos en tonos naturales y crudos, como la de la imagen, es una manera económica y fácil de montar tu cocina soñada. Fíjate cómo el diseño mantiene líneas simples y la mayoría de los acabados tienen el mismo color. 

Las repisas de madera cruda funcionan como estantes abiertos y dejan a la vista vajilla, accesorios en cerámica de tonos neutros, canastas y macetas. 

5.- Cocina blanca con contraste en mosaico de cemento 

Finalmente, te dejamos este ejemplo de cómo puedes llenar de vida una cocina completamente blanca sencillamente eligiendo un mosaico llamativo para la salpicadera del lavabo o de la estufa. Procura que los accesorios del resto de la cocina, así como los tonos de contraste, coincidan con los del mosaico de cemento. 

Con todas las ideas que te acabamos de dar, estamos seguros de que el siguiente paso es poner manos a la obra para crear la cocina de tus sueños. Te invitamos a revisar nuestro amplio catálogo donde encontrarás cientos de diseños que se adaptan a tus gustos y necesidades. En Mosaicos de Diseño Stevens cada una de nuestras baldosas artesanales te garantiza la mejor calidad, durabilidad y una personalidad única.